EFE
El papa Francisco emprende hoy su viaje a Irak, el más difícil de su pontificado, en medio de la pandemia y de episodios de violencia; pero también el más deseado, para dar esperanza a los cristianos de ese país.
“Vengo como peregrino arrepentido para implorar al Señor el perdón y la reconciliación, después de años de guerra y terrorismo, para pedir a Dios el consuelo de los corazones y la curación de las heridas”, asegura el pontífice en un videomensaje dirigido al pueblo iraquí en la víspera del inicio de la visita. Entre los lugares que recorrerá el papa figura Ur, donde nació Abraham, profeta de las tres grandes religiones monoteístas, y ahí se celebrará un encuentro interreligioso.
Además, Francisco se reunirá con el gran ayatolá Ali Al-Sistani, uno de los principales líderes de los chiíes en todo el mundo, en un encuentro de enorme trascendencia para el diálogo entre religiones.
El papa ha querido recordar el sufrimiento de los cristianos y otras minorías perseguidas por los terroristas del Estado Islámico, se indicó en el Vaticano.