El inicio de actividades conmemorativas del Bicentenario de la Independencia patria es motivo para valorar, lo que hemos sido y lo que somos como nación. Es también reconocer la gallardía de nuestros antepasados y la herencia prehispánica, que tanta fama nos ha dado en el mundo.
Sin embargo, este momento histórico permite tener otras visiones y perspectivas, como propone el presidente Alejandro Giammattei, quien, en el marco del inicio de los festejos alusivos al Bicentenario, llama a concentrarnos en el futuro que deseamos, en las expectativas que tenemos, en lo individual y en lo colectivo.
Es el mismo enfoque que plantea la canción Guatemala Bicentenaria, creada en homenaje a la justa libertaria, que fue magistralmente interpretada por el Grupo Esperanto y Melany García, cuando habla que “somos el mañana, la esperanza que renace con el sol”.
La celebración de los 200 Años de Independencia es motivo de orgullo y entusiasmo, y amerita un despliegue de festejos y ceremonias, como atinadamente ha programado el Gobierno de la República, un desarrollo de acciones que iniciaron el sábado 27 de febrero y concluirán 200 días después.
Pero la fecha exige otras consideraciones y retos, como afirma el Jefe de Estado cuando habla de “fortalecer la justicia, luchar por la igualdad de oportunidades y mantener y defender nuestras libertades”.
Porque, como recita la canción aludida, “tus hijos valientes y altivos construimos la nueva Guatemala, porque hoy levantamos las manos al cielo, gracias por este bendito suelo”.
Es correcto y necesario mirar atrás, pero no para encontrar reclamos, justificaciones o excusas, sino para valorar lo que tenemos y buscar lo que necesitamos. “Somos una república democrática. Se dice fácil, pero sabemos que debemos esforzarnos cada día por preservar los privilegios que nos da vivir en democracia, pero con responsabilidad”, animó el presidente Giammattei.
Treinta y cinco años de democracia nos han permitido conocer un sistema de vida que promueve la libertad en todas sus expresiones, y el reto que tenemos como país es mantenerlas y ampliarlas, pero no desde la pasividad, sino desde la acción, el compromiso y la responsabilidad, puesto que, como lo cantan el Grupo Esperanto y Melany, “somos el mañana, la esperanza que renace con el sol”.
