En las últimas tres semanas, el Gobierno que lidera el presidente Alejandro Giammattei ha impulsado una serie de acciones que tienen como objetivo avanzar en el desarrollo social y económico del país, mediante la inversión pública en infraestructura estratégica.
Ayer, por ejemplo, el Jefe de Estado llegó a Quiché, donde constató el inicio de los trabajos en tramos carreteros, los cuales serán financiados por el Consejo de Desarrollo local. Las obras tienen un sentido vital, porque permitirán la interconexión departamental, aumentarán la competitividad de Guatemala y generarán empleo directo e indirecto.
Adicionalmente, y como parte de su gira de trabajo, el mandatario visitó Alta Verapaz, departamento donde continuó las reuniones con alcaldes y gobernadores, con quienes afina las obras que se priorizarán en 2021, las cuales forman parte de la estrategia de desarrollo.
La apuesta del Organismo Ejecutivo por reactivar la economía y posicionar al país entre las naciones que tienen la prosperidad individual, familiar y social como norte, se evidenció ayer cuando el mandatario tuvo un conversatorio con representantes de la Cámara de Industria de Guatemala, a quienes expuso algunos planes que el Gobierno considera para impulsar las exportaciones portuarias. Citó la construcción de un muelle en Santo Tomás y del rompeolas de Puerto Quetzal, el cual está a punto del colapso.
Lo cierto es que el Gobierno avanza en la Política General de Gobierno, la cual se concentra en cinco ejes: Economía, Competitividad y Prosperidad; Desarrollo Social; Gobernabilidad y Seguridad en Desarrollo; Estado Responsable, Transparente y Efectivo; y Relaciones con el Mundo.
“La importancia del proyecto radica en que estos caminos se convierten en un paso estratégico que permitirá unir Quiché con Huehuetenango, y posteriormente, a otros tramos carreteros que están en construcción, para facilitar la movilización de productos”, manifestó el gobernante, previo a advertir que “nuestra meta es que todos los accesos a Quiché sean de primera calidad, para hacer de este un lugar al que el desarrollo rural llegue”. Una aspiración añeja que, hasta ahora, el país no ha podido abrazar, pero que se ha convertido en la razón de ser de un Presidente que ve en el desarrollo de la persona la clave de la prosperidad nacional.
