Que los pueblos indígenas estén representados a mundialmente con la nominación del filme La Llorona a Mejor Cinta en Lengua Extranjera en los Golden Globe es, para la actriz guatemalteca María Mercedes Coroy, un hecho “muy importante” en todo sentido.
Todavía asimilando la noticia que conoció ayer, Coroy, indígena kaqchikel, aseguró a EFE que la nominación de la película es “muy importante para Guatemala, sobre todo para la población a la que yo represento, a los pueblos indígenas”.
En La Llorona, Coroy interpreta a Alma, una trabajadora del hogar que labora en la casa de un general acusado de genocidio y que se envuelto, junto a su familia, en eventos sobrenaturales, que recuerdan tanto a la leyenda y tradición oral del país como a lo más cruento del conflicto armado guatemalteco (1960-1996).
El filme, de coproducción guatemalteca-francesa, competirá por el galardón a Mejor Cinta en Lengua Extranjera de los Golden Globe junto a la danesa Another Round, la italiana The Life Ahead, la estadounidense Minari y la francesa Two of Us.
Coroy señaló que ser una mujer indígena y “demostrar toda esa trayectoria que hemos obtenido a lo largo del tiempo no ha sido fácil, pero también no nos hemos dejado vencer” y subrayó que este paso con la nominación es “para que la generación y jóvenes que están viendo y están realizando algún tipo de arte se motiven más”.
En la producción, la actriz guatemalteca señaló que aprendió mucho en lo personal: “Siempre debemos de ser justos en cuanto a la justicia. Ser transparentes, no ocultar ni hacer cosas que a los demás oprimen”.
Uno dolor que ahora es propio
Nacida en 1994 en las faldas del volcán de Agua, Coroy aseguró que no había sentido nunca tan propio el “dolor tan grande” ocasionado por el genocidio en el país como hasta ahora, con la película.
“Mis padres me hablaban mucho del conflicto armado. Mi abuelo me hablaba mucho de esas historia porque ellos sí lo vivieron. Yo no podía ser ajena a todo lo que ocurrió, pero no me sentía muy adentro de esta historia, hasta que llegó La Llorona. Me hizo ver distintas facetas de la vida de nosotros los pueblos indígenas en cuanto a todas estas masacres que pasaron”, enfatizó.
La actriz comentó que “Estamos muy satisfechos (…) me siento satisfecha porque estoy cumpliendo una parte de mí, como mujer, como profesional estoy realizando cosas que siempre soñé, que de niña pensé en hacerlas y ahora lo estoy haciendo”.
Una voz para no callar
La carrera de la actriz guatemalteca comenzó de la mano del director Jayro Bustamente, su compatriota, en el filme Ixcanul(2015) y despegó en Bel Canto (Paul Weitz, 2018). Coroy también interpretó a la traductora del invasor español Hernán Cortés en la miniserie mexicana La Malinche, en 2018.
Cuando Bustamante la seleccionó para ser la protagonista en Ixcanul, Coroy dijo que tenía “cierta inseguridad”, pues “no creía en la fuerza que podía tener para lograr muchas cosas” si ella las quería.
Entonces la actriz intentó tomar otro papel, el de una cosechadora de café, pero le fue imposible ante la decisión del director, por lo que trató de “asimilarlo, de aceptar este reto que al final de cuentas fue un reto lindo, porque crecí como persona, en lo profesional artísticamente y en cuanto me estaba formando”.
Ahora, casi seis años después y como parte de un grupo que alcanzó llegar a los Golden Globe, dice estar muy agradecida, sobre todo con la historia, porque no es fácil de contar: “Sabemos que en cuanto a personas que han querido defender el derecho de los demás han sido callados de alguna manera. Qué mejor que el arte, el cine, para poder expresarlo”.
A la distancia, piensa en su abuelo, uno de sus referentes, quien le dijo en su momento: “Si tienes voz y tienes el lugar justo y exacto para no callar, hazlo, habla por los demás. Tú tienes esa puerta de poder hablar, hazlo porque muchos han callado. Yo creo que ese es tu trabajo; nunca calles algo injusto, siempre ve por el derecho de los demás y los tuyos”.
- Agencia EFE