El gobierno que lidera el presidente Alejandro Giammattei asumió ayer el desafío de impulsar el proceso de descentralización de servicios y funciones del Estado, lo que hasta ahora había sido uno de los retos sociales y políticos postergados.
El programa de desconcentración, que se inició ayer con la instalación de una mesa técnica, marcará un antes y un después en la gestión pública, porque el hecho de acercar el aparato estatal a los ciudadanos implicará que el receptor de los servicios no solo se sienta más identificado y atendido, sino que, en el mejor de los casos, notará y sentirá que sus impuestos tienen un efecto positivo en su vida familiar y laboral.
“Estamos avanzando en un tema que es de vital importancia. Vamos a instalar esta mesa que va a analizar y estudiar el tema de la descentralización, pero también la desconcentración de los servicios públicos”, anotó el Jefe de Estado, tras participar en la habilitación de la mesa de trabajo.
La descentralización del Estado forma parte del eje cuatro de la Política General de Gobierno 2020-2024, que “pretende administrar, de manera efectiva y transparente, las instituciones del Estado, para ponerlas al servicio de los ciudadanos”. De hecho, ya como Presidente electo de la República, y después de asumir la Primera Magistratura del país, el doctor Giammattei avisó su intención de trasladar a las comunas servicios y gestiones hasta ahora solo ofrecidos en la ciudad capital.
Estas acciones, fuera de implicar el fortalecimiento de las autoridades locales, representan una magnífica oportunidad para fortalecer las finanzas de las municipalidades. Significa, también, un asunto de justicia y equidad social.
“Hemos venido hablando con ellos (los alcaldes) sobre la importancia de fortalecer el poder local. Los 340 municipios fuertes harán un Estado fuerte”, recordó el mandatario, quien en repetidas ocasiones ha expresado su decisión de impulsar un régimen municipalista, que entregue a las comunidades el lugar preponderante que les corresponde.
De momento, la mesa técnica analizará qué servicios del Estado pueden transferirse a las comunas y qué funciones de los ministerios, secretarías y direcciones del Gobierno son fácilmente delegables en las áreas departamentales.
El reto asumido por el presidente Giammattei tiene una trascendencia indiscutible en la vida social y política de Guatemala, una misión mayúscula solo comparable con su convicción democrática y municipalista.
