El Barsa saca una victoria de San Mamés.
Leo Messi amargó el debut de Marcelino García Toral como entrenador del Athletic con un partido descomunal, una actuación de las que acostumbraba más en años anteriores, con 2 goles, 2 disparos al palo y la gestación del primero de los tantos del 2-3 con el que el Barsa ganó en San Mamés y que marcó Pedri.
No se había cumplido el tercer minuto de juego y Raúl García encontró, con un gran pase, la contra de Williams. El veloz delantero local definió bien frente a Ter Stegen luego de salir desde su propio campo y regatear a Lenglet en área.
Pero, curiosamente, hasta ahí llegó el conjunto local, que vio cómo el Barsa iba adquiriendo sitio y ritmo y empezaba a acercarse a un Simón espléndido bajo palos pero penoso en las salidas.
Dest abrió el fuego azulgrana con una gran combinación colectiva, Dembelé midió a Simón en la portería y Messi le buscó las cosquillas en un balón muy pasado al que no acabó de ir, en el que se confiaron también Yuri e Iñigo y que De Jong, al que Messi había visto la cabalgada para el desmarque, devolvió la pelota al área para que Pedri, para la sorpresa de
Nuñez, empatara.
Lo intentaron Alba y Dembelé, bien respondidos por Simón, pero ya no perdonó Messi en la segunda salida en falso del meta internacional. El rosarino buscó a Pedri, Simón abandonó la portería precipitadamente y el canario cedió con una preciosa pisada a la estrella argentina para que batiera la desguarnecida meta local.
Comenzó de nuevo mejor el Athletic la segunda mitad, con 3 llegadas en las que amenazó el empate a 2.
Pero el que dio fue otra vez el Barsa y, claro, Messi, que avisó dos veces antes. Primero, marcando en un ajustado fuera de juego y, posteriormente, con un gran disparo desde la frontal que se estrelló en el palo, muy cerca de la escuadra.
En la tercera, en un disparo similar pero al borde del área pequeña, ya no perdonó el de Rosario, que volvió a insistir en el palo en otro disparo que parecía gol.
Pudo volver a marcar Messi, pero quien lo hizo fue el otro capitán, Muniain, aunque ya en el minuto 90, solo para descontar.