John Fogerty, quien fue el emblemático líder de Creedence Clearwater Revival, presentó hoy Weeping in the Promised Land, una canción agridulce de góspel con la que dijo adiós al presidente estadounidense, Donald Trump.
“La única cosa en la que piensa ahora es en alguna manera de que pueda retener el poder”, dijo hoy Fogerty, muy crítico desde hace años con Trump, en una entrevista con Rolling Stone.
Llena de referencias a la política y a la actualidad, Weeping in the Promised Land (llorando en la tierra prometida) presenta a Fogerty al piano, junto a un coro femenino de acompañamiento, y dibuja a Trump como “un faraón”.
La canción habla de las enfermeras con lágrimas por la crisis del coronavirus y también alude a las constantes críticas de Trump a Anthony Fauci, el principal epidemiólogo de la Casa Blanca y el experto más conocido en EE. UU. en la lucha contra la pandemia.
Este tema recuerda asimismo las muertes de los afroamericanos George Floyd y Breonna Taylor a manos de la Policía que el pasado año provocaron multitudinarias protestas de Black Lives Matter en todo el país.
“Te dispararon en la cama igual que habían hecho antes (…), ahí en la calle, con una rodilla en tu cuello, toda la gente está gritando tus últimas palabras, ‘no puedo respirar’ (I can’t breathe), y el juez blanco dice que no ha habido un crimen aquí hoy”, canta Fogerty.
La canción política no es una novedad para el músico californiano, de 75 años, que con Creedence Clearwater Revival firmó uno de los temas más famosos contra la guerra de Vietnam: Fortunate Son.
En este sentido, el músico exigió el pasado octubre a la campaña de Trump que dejara de usar Fortunate Son como parte de la banda sonora de sus actos electorales.
Fogerty tenía previsto salir de gira por EE.UU. y el extranjero en 2020, pero esos conciertos fueron suspendidos por la crisis del coronavirus.
Su último disco hasta la fecha con temas originales es el ya lejano Revival (2007), pero Fogerty aseguró hoy a Rolling Stone que ya trabaja en el lanzamiento de un nuevo álbum.
- Agencia EFE