El Reino Unido volvió al estricto confinamiento del pasado marzo, por la alarmante expansión de la nueva variante del coronavirus, que amenaza con colapsar los hospitales, en momentos en que el país empezó a administrar la vacuna contra el Covid-19.
En un mensaje dirigido a la nación durante una declaración televisada, el primer ministro Boris Jhonson remarcó que la nueva cepa (entre 50 % y 70 % más transmisible) se está propagando “de manera frustrante y alarmante”.
Parte de las nuevas directrices detalladas por Johnson es que los ciudadanos se queden en sus casas y que solo se debe salir para comprar productos esenciales, buscar ayuda médica, trabajar si es absolutamente necesario, hacer ejercicio o escapar de situaciones de abuso doméstico”.
En cuanto a los centros educativos, las clases se impartirán a distancia. •Londres, EFE.