Bolivia y Argentina, a mostrar que pueden más.
La segunda fecha de las eliminatorias sudamericanas para el Mundial Qatar 2022 supondrá nuevas oportunidades para las selecciones de Bolivia y Argentina, una deseosa por dar vuelta la página, tras su estrepitosa caída frente a Brasil, y otra ansiosa por mostrar más de lo exhibido contra Ecuador.
El escenario será el estadio Hernando Siles, en La Paz, el fortín de la Verde, a más de 3 mil 600 metros sobre el nivel del mar, una ventaja importante, pero de la que Bolivia no se fía plenamente.
Así lo entiende el paraguayo-boliviano Pablo Pájaro Escobar, asistente técnico del venezolano César Farías en el banquillo boliviano, quien ha asegurado que es fundamental hacerse “fuertes” en la altitud “pero con futbol”.
“Es fundamental que en condición de local no se escape ninguna unidad, enfrentamos a una de las mejores selecciones del continente, del mundo”, sostuvo Escobar.
Farías optó por formar dos grupos para las primeras fechas, uno que viajó a Brasil y el segundo que se quedó en La Paz preparando el partido contra Argentina, muy probablemente el que enfrente a los dirigidos por Lionel Scaloni.
En este grupo destacan los experimentados internacionales Marcelo Martins Moreno y Alejandro Chumacero, quienes serían parte del equipo titular junto al portero Carlos Lampe, quien ya jugó la primera jornada.
Entre tanto, la Albiceleste llegó a La Paz, el domingo en la noche, con ansias de mostrar que pueden más que el 1-0 con el que vencieron a Ecuador, el pasado jueves, sin terminar de convencer a su hinchada.
“Es evidente que ellos están más preparados que nosotros, de eso no cabe duda, sobre todo porque han tenido más de 20 días de preparación en la altura, cosa que nunca ha sucedido o no tengo mucha noción de esto en los últimos años”, dijo Scaloni en una conferencia de prensa virtual.
Para el técnico argentino, el que la Verde haya guardado a algunos de sus jugadores, que se entrenaron en la altitud para este encuentro, representa una ventaja a favor del equipo local, por lo que esperan un “partido difícil”.