El FC Barcelona sumó su segunda victoria de la temporada, con una cómoda victoria en Balaídos, sobre el Celta (0-3), en un partido que, pese a estar durante la segunda parte con un jugador menos por expulsión de Lenglet, dominó y controló sin apuros, dirigido por Messi y por un Ansu Fati, de nuevo estelar.
Ronald Koeman evitó revoluciones y repitió el once de la última jornada. Óscar García agitó su equipo titular: cambió el dibujo, para fortalecer el sistema defensivo con cinco jugadores e hizo debutar como titulares a los canteranos Fontán y Veiga. Su idea, sin embargo, quedó dañada con un precoz gol de Ansu Fati.
Ese tanto llegó después de un mal despeje de Murillo, un pequeño desajuste defensivo y un veloz movimiento de Ansu Fati, que culminó con un tiro preciso frente a Iván Villar.
El plan de remontada del Celta explotó (el entrenador metió a Baeza por Aidoo), al inicio de la segunda parte, con un gol en propia portería de Olaza, un infortunio a un centro de Messi, quien asumió el liderazgo de su equipo.
La falta de gol del Celta contrastó con la pegada del Barcelona, letal con espacios en ataque, capitaneado por los momentos de lucidez de Messi, quien en el último minuto inventó una jugada con varios regates que finiquitó con gol Sergi Roberto. Vigo, EFE