El Bayern de Múnich obtuvo ayer la Supercopa alemana, al derrotar por 3-2 al Borussia Dortmund, gracias a un gol de rebote de Joshua Kimmich, en el minuto 82, en medio de un partido en el que hubo fases de dominio de los dos equipos.
El Bayern completa su quinto título del año, aunque por momentos la vida se le enredó y estuvo en el segundo tiempo contra las cuerdas, tras haber estado 2-0 adelante en el marcador, en la
primera parte.
Los dos equipos salieron con varios cambios con respecto a las alineaciones que habían utilizado en sus respectivas derrotas en la Bundesliga, ante el Hofffenheim y ante el Augsburgo.
El entrenador del Bayern, Hansi Flick, dejó en el banquillo a David Alaba, quien había tenido problemas musculares durante la semana, a Jerome Boateng y a Serge Gnabry, y tuvo que prescindir por lesión de Leroy Sané.
En su lugar entraron al equipo Lucas Hernández, Niklas Süle, Javi Martínez y Kingsley Coman. Además, como era de esperarse, Robert Lewandowski, quien empezó el domingo en el banquillo, volvió a la formación titular. Flick además cambió el dibujo, al prescindir de un extremo y reforzar la parte defensiva con Javi Martínez, jugando por delante de la defensa. EFE