El equipo alemán elimina al Lyon, y enfrentará al París SG por el título europeo.
No hay equipo más en forma en toda Europa que el Bayern Múnich que, ni siquiera cuando reduce su versión, parece superable para casi nadie. Ayer superó al Lyon, con un doblete de Serge Gnabry y con un tanto de Robert Lewandowski, y se enfrentará al París Saint-Germain en la final de la Liga de Campeones que se disputará el próximo domingo.
El Bayern no fue el aplastante equipo de cuartos de final. Ni se acercó siquiera. Tampoco lo necesitó. No hay límites aparentes para el bloque alemán, que siente una convicción inalterable, con una cantidad tremenda de recursos y un físico afinado, pero hoy por hoy menos determinante que todo el talento que tiene en sus futbolistas.
El equipo alemán no venció al Olympique Lyon por preparación física. Ni por una seguridad defensiva que, más bien, fue todo lo contrario. Lo hizo porque dispone en sus jugadores de una capacidad tan diversa como incontestable para decidir cualquier partido, en cualquier momento, hasta cuando menos se intuye, hasta cuando más dudas desprende, porque también hay veces que no se siente tan inaccesible.
Gnabry lo reafirmó ayer. Al minuto 18, cuando su diagonal desmontó toda la estructura diseñada por Rudi García, el técnico del Lyon, desde el lado derecho del ataque alemán hasta el izquierdo, hasta que se perfiló para soltar un zurdazo a la escuadra inalcanzable para Anthony Lopes. Hasta que cambió el encuentro.
Ahí terminó realmente el duelo. Ahí pasó ya bajo control del Bayern (por mucho que se relajó o permitió en el segundo tiempo). Más aún cuando él mismo inició y culminó también el 0-2. Primero condujo, luego abrió al centro por la banda izquierda de Perisic y después llegó al área, oportuno para arreglar el fallido remate de Lewandowski (hasta él falla) y agrandar la distancia. El goleador polaco se rehizo con el 0-3, de cabeza, al borde del final. Su decimoquinta diana en la actual edición de la Liga de Campeones.
Ya desde antes (el 0-2 fue en el minuto 33), la diferencia se intuía insalvable. No hay comparación posible en los últimos meses con el equipo alemán, cuyo recorrido de victorias es impresionante: 20 triunfos consecutivos. Ha sido invencible en los últimos 28 choques.
Es su siguiente desafío: Neymar, Kylian Mbappé, Ángel Di María, Mauro Icardi, Verratti… Y un equipo hoy por hoy quizá inigualable en el potencial económico (a la vista está su millonaria inversión de los últimos tiempos), mucho más reconocible hasta ahora que sus éxitos deportivos en Europa, por el poder que otorga la Champions.
Final
Domingo
París SG – Bayern Múnich
Hora: 13:00
Estadio: da Luz