Redacción deportes, (EFE).- Un gol de Neymar al cuarto de hora desequilibró la final de la Copa de Francia ante el Saint Etienne (1-0) y propició el doblete para el París Saint Germain, en un duelo intenso y bronco de donde salió lesionado Kylian Mbappe.
El primer partido de competición oficial tras la cancelación de la Ligue 1 supuso un nuevo título para el conjunto de Thomas Tuchel. El segundo del curso, a falta de la Copa de la Liga que jugará dentro de una semana contra el Lyon. Después, en agosto, llegará la Liga de Campeones, donde el campeón galo tiene puestas sus grandes ambiciones.
El choque quedó marcado por el gol de Neymar y por la lesión de Mbappe. Una acción brusca que dejó fuera del choque al delantero francés a la media hora del partido, con la final ya inclinada para los favoritos.
Antes de que el París Saint Germain encarrilara la conquista de su decimotercer título de Copa fue el Saint Etienne, que aspiraba a un séptimo trofeo de una competición que no gana desde 1977, el que estuvo a punto de marcar cuando a los cinco minutos Romain Hamouma mandó un tiro al poste.
El árbitro Amaury Delerue, que inicialmente mostró a Perrin la tarjeta amarilla, expulsó al defensa con roja directa después de revisar la acción en el VAR.
El internacional galo prolongó un contraataque iniciado con un robo de balón en el centro del campo y enfiló la meta de Jessy Moulin cuando fue interceptado por Perrin, que lo trabó. Mbappe quedó dolorido, tumbado sobre el césped mientras los jugadores de ambos equipos se envolvieron en una trifulca.
El delantero del París Saint Germain abandonó el terreno de juego por su propio pie, acompañado por un médico de su equipo, cojeando y con lágrimas en los ojos.