Alemania, (EFE).- La Bundesliga alemana terminó este sábado con el campeón, el Bayern Múnich, ya decidido desde hace dos jornadas, lo mismo que el colista, el Paderborn, que ya había sentenciado anticipadamente su descenso directo.
El Bayern tuvo que pelear el título, el octavo consecutivo, y llegó a ocupar la séptima casilla en su peor momento de la temporada. El Paderborn en ningún momento dio la sensación de que tuviera salvarse.
En todo caso, ni el descenso del Paderborn ni el título del Bayern puede considerarse sorpresas. El objetivo del primero era pelear por la permanencia y perdió el pulso. La meta del Bayern era el título y lo consiguió.
Otros equipos, en cambio, han estado en batallas que al principio de temporada consideraban las suyas y que se vieron por fuera de las luchas que se creían destinados a librar.
Tal es el caso por ejemplo del Eintracht Fráncfort, que terminó la temporada en mitad de tabla sin pena ni gloria y cuyo objetivo era clasificarse a la competiciones europeas.
El Werder Bremen, aunque con un final de momento feliz pues se ha librado del descenso directo, ofrece un panorama si se quiere más dramático, pues su meta eran las competiciones europeas y terminó luchando por la permanencia.