Autopistas desérticas, monumentos aislados y brotes de vegetación. La cuarentena del coronavirus ha permitido observar las ciudades de una manera completamente diferente, que varios fotógrafos latinoamericanos retrataron con la cámara de su iPhone para la exposición digital Ciudades Durmientes.
Una maqueta
La muestra, del Museo de Arte Moderno de Bogotá (MAMBO) y Apple, recoge imágenes de urbes como Nueva York y Ciudad de México, que dan otra perspectiva del hormigón, la piedra, la naturaleza y la presencia humana. “La ciudad se volvió una maqueta”, describe el cineasta y fotógrafo Alberto Ferreras, uno de los integrantes de la exhibición, sobre su recorrido de La Gran Manzana.
Nueva York se vació completamente permitiendo retratar escenas que hasta entonces eran inimaginables, como la plaza de Times Square completamente desértica, restaurantes de Wall Street sin empresarios y Central Park con apenas un par de paseantes.
“El titulo de la exhibición define muy bien las fotos que tomé, porque ni siquiera es dormida, sino durmiente. Me sentí como en la Bella Durmiente, cuando el príncipe llega al palacio y encuentra todo congelado”, explica Ferreras.
En las próximas semanas, la web del MAMBO compartirá nuevas instantáneas. De momento, la enorme bandera solitaria en el Zócalo en Ciudad de México, las calles sin alma de Nueva York y un vacío Centro Histórico de Bogotá protagonizan el arranque de la exposición virtual.
Otro de los participantes es el colombiano Andrés Oyuela, quien, acostumbrado a fotografiar modelos para revistas de moda, se impuso el reto de capturar las calles de Nueva York, donde reside actualmente. “Cuando quieres retratar de manera bella a una persona tienes que tomar el tiempo de observarla bien. Y en este caso pude ver tantos detalles de la ciudad que antes no se veían”, opina.
Aún así, las escenas desérticas capturadas con dispositivos móviles pueden comunicar tanto como las palabras, coinciden Ferreras y Oyuela. Como la foto de un guante de plástico sobre un charco en el que se reflejan los rascacielos. “Comunica, politiza y genera discusión sobre lo que va a pasar y lo poco que vamos a cambiar”, describe Oyuela.
Para debatir o sencillamente viajar en plena pandemia, la exposición del MAMBO es una de las primeras iniciativas artísticas dedicadas a esta realidad que ha tomado por sorpresa al mundo.