Migrantes centroamericanos deambulan por las calles de Tapachula, en el sureste de México, donde han quedado a la deriva debido a la pandemia del coronavirus, exponiéndose a contagios y en una grave situación.
En este municipio del estado de Chiapas, los albergues para personas provenientes en su mayoría de Honduras, El Salvador y Guatemala tomaron la medida de suspender temporalmente nuevos ingresos a sus instalaciones desde finales de marzo para evitar hacinamiento y contagios.
Esta decisión dejó desamparados a estos extranjeros, que se suman a los centenares que estos días continúan varados en Tapachula esperando resolver sus trámites migratorios, o proseguir hacia Estados Unidos.
“La estamos pasando bien mal, no tenemos donde dormir, no tenemos nada que comer”, dijo Alberto García, un migrante salvadoreño. Tapachula, EFE