The Good Fight acabó su tercera temporada con la despedida de Maia Rindell, uno de los personajes principales, interpretado por Rosie Leslie. El 9 de abril llega la cuarta entrega con la incógnita de hacia dónde irá esta serie de abogados que si algo ha demostrado es su capacidad de sorprender.
Un estreno que será simultáneo en CBS y en Movistar+, para España y Latinoamérica, que la emitirá en versión original subtitulada y sin doblaje debido a la crisis del coronavirus.
Repiten Christine Baranski (Diane Lockhart), Cush Jumbo (Lucca Quinn), Audra McDonald (Liz Reddick) y Delroy Lindo (Adrian Boseman), y se unen al reparto Hugh Dancy (Hannibal) y John Larroquete (The Librarians).
Además se incorporan dos caras conocidas de The Good Wife, la serie de la que deriva The Good Fight: Michael J. Fox, que vuelve a encarnar a Louis Canning, y Zach Grenier, como el cínico David Lee.
Según los creadores de la serie, Robert y Michelle King, esta temporada va a centrarse menos en Trump y más en los abogados: “Haremos más hincapié en cómo la situación política actual está afectando al mundo legal, y algo de eso tiene que ver con Trump directamente, pero mucho también tiene que ver con el daño colateral de la caída de ciertos valores y normas de hoy en día”, han señalado.
Después de perder a su mayor cliente y de que el nombre de su bufete haya sido mancillado, sus socios se ven forzados a aceptar la oferta de una enorme firma multinacional, STR Laurie, y convertirse en una pequeña subsidiaria.
A partir de ahora, todas sus decisiones pueden ser supervisadas y cuestionadas por un gigante que está, literalmente, por encima de ellos. Mientras STR Laurie se vuelca en promesas, Diane Lockhart y sus colegas miden sus pasos bajo la amenaza de la pérdida definitiva de independencia.
*EFE