Autoridades intentan frenar contagios por coronavirus.
A las cero horas de ayer comenzó la restricción de cruces fronterizos entre México y Estados Unidos (EE. UU), entre estos el paso entre la ciudad mexicana de Tijuana y la estadounidense de San Ysidro, uno de los más transitados, así como en el cruce Otay Mesa, dando exclusividad a pases médicos y otras prioridades ante la crisis del coronavirus.
El viernes, los gobiernos de México y de EE. UU. anunciaron un acuerdo para frenar la pandemia y decretaron el cierre de la frontera a partir del sábado y durante 30 días para los “viajes no esenciales”, es decir, los de carácter turístico o recreativo.
El paso seguirá abierto al tránsito de alimentos, combustible, atención médica y medicamentos. Así también, las personas con visas de turista no podrán pisar suelo estadounidense durante 30 días, así como las personas que realizan actividades “no esenciales” en EE.UU., y solo podrán ingresar quienes vayan con fin médico, educativo y comercial.
Según datos oficiales, entre Tijuana y San Ysidro se registra un cruce diario de unos 60 mil vehículos.
Las autoridades aún no determinan el impacto económico que esta medida generará en ambos lados de la frontera, una decisión tomada de común acuerdo entre los dos gobiernos, como prevención ante la pandemia.
Actualmente en el estado de California, Estados Unidos, se han registrado cerca de 700 casos y alrededor de 16 personas muertas por el virus, mientras que en el estado mexicano de Baja California hay 5 casos confirmados y 43 sospechosos.
De acuerdo a la Secretaría de Salud Estatal, de los cinco casos confirmados, cuatro son en Mexicali y uno en Tijuana, todos con antecedentes de haber viajado a EE. UU. En Tijuana no se ha ordenado un tiempo de resguardo a la población, y solo se ha recomendado a restaurantes y comercios ambulantes tomar las medidas prevención para evitar la propagación del virus que ha causado la muerte de 11 mil personas en el mundo.