El escritor español José Jiménez Lozano, premio Cervantes en 2002, falleció ayer en Valladolid, a los 89 años, según confirmaron fuentes próximas a su familia.
Nacido en Langa (Ávila) el 13 de mayo de 1930, Jiménez Lozano murió en un hospital de Valladolid y será inhumado en la localidad de Alcazarén, donde residía habitualmente y desarrolló toda su obra literaria.
Jiménez Lozano convirtió en letra testimonial, subversiva y avisadora todo lo que vio y escuchó con la certeza de quien puso la escritura al servicio del doliente de una forma sigilosa, casi clandestina. Fue un denodado indagador de la esencia y condición humana, que reflejó en no menos de medio centenar de títulos, entre ensayo, novela, diarios, poesía, relatos y artículos derivados de su formación y profesión periodística en el diario El Norte de Castilla.
Desde su domicilio construyó un universo literario en el que profetizó las consecuencias de un mundo discontinuo e inestable, sin sujeción y abocado a catástrofes humanas, como los dos grandes totalitarismos del siglo XX. Su obra fue alumbrada, además, por numerosos galardones, entre ellos, el Cervantes y el Premio Nacional de las Letras (1992). • EFE