El coronavirus ha dejado a más de 290 millones de escolares sin colegio.
Los cierres de colegios en 13 países, para frenar la expansión del coronavirus, han perturbado las clases de 290.5 millones de escolares en todo el mundo, una cifra sin precedentes, informó la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
En las últimas dos semanas, más de una docena de naciones han ordenado el cierre de escuelas, y 9 han impuesto medidas semejantes a escala local para impedir la expansión del mal, conocido como COVID-19, señaló en un comunicado la Unesco.
Si los 9 países con restricciones locales acaban generalizando en el ámbito nacional las clausuras de centros educativos, otros 180 millones de estudiantes se quedarían sin acceso a la enseñanza.
Hace solo 15 días China era el único país que había cerrado sus colegios por el coronavirus; sin embargo, conforme este se fue expandiendo más Gobiernos se han sumado a la medida.
La Unesco ha convocado una reunión de emergencia de ministros de Educación para el 19 de este mes, que se celebrará a distancia, dijeron fuentes del organismo, para poner en común las diferentes estrategias nacionales para mantener la enseñanza.
“Estamos trabajando con los países para asegurar la continuidad del aprendizaje para todos, especialmente de los niños y jóvenes desfavorecidos, que suelen ser los más golpeados”, dijo en el comunicado la directora general de ese organismo de las Naciones Unidas, Audrey Azoulay.
Para la también exministra francesa de Cultura, “la escala global y la velocidad de la actual alteración educativa no tiene paralelo, y si se prolonga podría amenazar el derecho a la educación”.
La organización recuerda que el cierre de colegios, incluso cuando es temporal, “es problemático por numerosas razones”, ya que implica una reducción del tiempo de aprendizaje y puede tener otras repercusiones, como efectos perniciosos sobre las familias y el trabajo de los padres.
La Unesco está apoyando la implementación de programas de educación a distancia que permitan a estudiantes y profesores conectarse desde sus casas.