El Hospital Huoshenshan, de la ciudad china de Wuhan, construido en solo 10 días, para combatir el brote de coronavirus, y que entró ayer en funcionamiento, se ha convertido en la mejor herramienta propagandística de Pekín en la lucha contra la enfermedad.
El centro asistencial, compuesto de módulos prefabricados y con una capacidad de mil camas, estará operado por mil 400 médicos militares, 950 de ellos procedentes de hospitales del Ejército de Liberación Popular y los 450 restantes, de universidades de distintas ramas de las fuerzas armadas. Pekín, EFE