Una poderosa tormenta de nieve paralizó ayer parte de Colorado, Utah, Wyoming y Nebraska, en EE. UU., donde escuelas, edificios públicos y carreteras fueron cerrados, y amenazaba, además, con dejar en tierra a millones de personas que tenían previsto viajar para celebrar el Día de Acción de Gracias.
En unos estados donde se podrían ver afectadas cerca de 20 millones de personas, la peor parte se la llevó Colorado, donde el Aeropuerto Internacional de Denver ya sufrió la cancelación de unos 475 vuelos, según la web especializada Flight Aware.
Los trabajadores de esa terminal trabajaban para limpiar la nieve de las pistas y confiaban en retomar las operaciones a lo largo de la mañana o la tarde de ayer. La tormenta había dejado unos 30 centímetros de nieve en la zona metropolitana de Denver. Denver, EFE