El presidente de EE.UU., Donald Trump, nombró el viernes último a Chad Wolf como nuevo secretario en funciones del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés), la agencia encargada de inmigración, cuyo liderazgo no ha parado de cambiar en los casi tres años que lleva en el poder el mandatario.
Wolf, que actualmente es subsecretario de estrategia, políticas y planes del DHS, sustituirá después del 11 de noviembre al actual secretario en funciones, Kevin McAleenan, que está a la espera de abandonar el departamento desde que Trump anunció su salida en un tuit el pasado 11 de octubre.
En declaraciones a la prensa, uno de los portavoces de la Casa Blanca, Hogan Gidley, explicó que Wolf será el nuevo secretario de Seguridad Nacional, el quinto desde que Trump asumió el poder.
“Como el presidente ha dicho, Kevin McAleenan ha hecho un trabajo tremendo. Se irá después del Día de los Veteranos (el 11 de noviembre). Y después de que se vaya, Chad Wolf será el secretario interino”, indicó Gidley.
Wolf, que tiene 20 años de experiencia en seguridad tanto en el sector privado como en el público, fue una figura clave en el establecimiento de nuevos controles de seguridad en los aeropuertos de EE.UU. después de los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001, según figura en su biografía del DHS.
Recientemente, ejerció como jefe de gabinete de Kirstjen Nielsen, secretaria de Seguridad Nacional de EE.UU. entre diciembre de 2017 y abril de 2010 y a quien Trump despidió descontento con los escasos resultados que su estrategia en la frontera estaba teniendo para frenar la inmigración.
Nielsen fue sustituida por McAlleenan, que antes de asumir este cargo había ejercido como jefe de la Patrulla Fronteriza.
Antes que Nielsen, ejercieron como secretarios de Seguridad Nacional el general retirado John F. Kelly, que luego pasó a ser jefe de gabinete de la Casa Blanca, y la funcionaria Elaine Duke.
Bajo la dirección de McAlleenan, Estados Unidos ha firmado acuerdos migratorios con México, Guatemala, El Salvador y Honduras que, en la práctica, han limitado el derecho al asilo para los centroamericanos, la que ha sido una de las obsesiones de Trump desde su llegada a la Casa Blanca.
Wolf asumirá el cargo en un momento en el que la llegada de migrantes y refugiados centroamericanos se ha reducido en términos intermensuales, pero sigue marcando cifras récord con respecto a otros años.
En concreto, en los últimos doce meses, la cifra de inmigrantes indocumentados detenidos en la frontera entre EE.UU. y México creció un 88 % con respecto al mismo periodo del año anterior y llegó a rozar el millón, una cifra que marca un récord desde 2007. Washington, EFE