La
cantante Rihanna rechazó actuar en el Super
Bowl, la final de la liga profesional de fútbol americano (NFL), debido a
la polémica de la organización con la comunidad afroamericana, según revela en una
entrevista adelantada hoy por la revista
Vogue, que le dedica su portada de noviembre.
Preguntada por el asunto, la barbadense afirmó: “No podía atreverme a hacer
eso. ¿Para qué? ¿Quién gana con eso? No mi gente. Simplemente no podía ser una
vendida. (…) Hay cosas con las que no estoy de acuerdo para nada en esa
organización, y no iba a acudir y servirles de ninguna manera”.
La polémica surgió cuando el jugador Colin Kaepernick, de los 49ers de San Francisco, se mantuvo arrodillado en 2016 mientras sonaba el himno nacional de EE. UU. en protesta por la injusticia racial y la brutalidad policial, lo que ha generó división en el país. Entretanto, él no ha vuelto a ser contratado.
En solidaridad, numerosos artistas han rechazado actuar desde entonces en el descanso del Super Bowl y Rihanna resultó ser una de ellas el año pasado, en el que finalmente subieron al escenario Maroon 5, Travis Scott y Big Boi. En esta edición, que se celebrará en Miami, ya se ha confirmado que lo harán Jennifer López y Shakira.
Rihanna, quien a lo largo del artículo desgrana que vive en Londres, está en una relación “exclusiva” y “sin duda” quiere tener hijos, asegura que no puede “desmarcarse” de las injusticias, especialmente “a cualquier mujer, a mujeres de cualquier minoría, niños, hombres negros asesinados en la calle”.
Sobre su próximo álbum, del que no ofrece fecha y que sus fans han denominado R9 por ser el noveno de su carrera, Rihanna lo describe como “inspirado en el reggae”, un género que lleva en la sangre: “No importa cómo de lejos esté de esa cultura, o el entorno en el que crecí, nunca se va”.
*EFE