Hace muchos años (bueno, hace unos cinco), noté algo que me cambió: que la gente sea buena no quiere decir que te haga bien. Mi vida se transformó desde entonces porque antes yo solía quedarme, aunque las personas me hicieran daño, bajo la esperanza de que iban a cambiar (por ser buenos con los demás).
Dejar ir cuesta muchísimo, pues nos duele aceptar que el resto de la vida va a cambiar. Duele aceptar que ya no vas a saber a detalle la vida del otro, que estás a punto de convertirte en el extraño que fuiste aquella noche, cuando lo conociste, con la diferencia de que ahora ya no tienes la oportunidad de volver a empezar.
Pero, después de soltar a la persona a la que creías que ibas a aferrarte el resto de la vida, todo irá para mejor. ¡Se los prometo!
Rosa: “Tuve que dejar ir a mi novio. Él no es para nada malo, solo no podíamos estar juntos”.
Cuando era chiquita miraba películas y telenovelas (sí, soy telenovelera), y siempre pensaba: “¡pero si se aman! ¿Cuál es el problema? Solo que estén juntos.” Qué ingenua era la niña de aquel entonces. Con el tiempo nos damos cuenta que el amor no es suficiente. El descubrimiento más duro, ¿no? Para poder estar con alguien siempre se necesita más, como compatibilidad, tolerancia, y que el tiempo y el espacio confabulen a nuestro favor.
Celeste: “¿Me estará tratando mal o soy yo la llorona?”.
Nunca pensés que es tu culpa. Creo que lo mejor es que platiques con él, para ver qué está pasando. Uno conoce mucho a las personas mediante sus reacciones, si la suya es decirte que sos una exagerada, Let go. Si, por el contrario, quiere tratar de hallar una solución y platicar de las cosas que le parecen un problema y las cosas que no, Stay.
Amarillo: “Siempre sé identificar con quien no debería estar, pero igual intento”.
Me recuerdas a la yo de 18 años. Deja el complejo de héroe. No vas a salvarlos, ni a cambiarlos.
Morado: “Tuve que dejar ir a mi mejor amiga. Se alejó y no sé por qué”.
Creo que a veces nos cuesta entender que las personas cambian. ¿Sabes? Algunas amistades no se pierden, solo se alejan. Dale tiempo (Y si se hace mucho del rogar, LET GO).
Verde: “Dejar ir cuesta más, cuando tenés que seguirle hablando a las personas”.
Sí, estoy de acuerdo. Lo mejor sería darse un tiempo para cerrar el círculo. Yo antes borraba redes sociales, una vez hasta eliminé WhatsApp. Pero bueno, si tenés que seguirle hablando, tal vez podés enfocarte solo en las razones por las que tenés que hacerlo y tratar de olvidar lo personal. Por ejemplo: si es por trabajo, limítate a decir: “Buenos días”, y comentar el asunto laboral. Es difícil, yo sé… pero vas a lograrlo.
…en conclusión
Irnos es difícil, cuando pensábamos que íbamos a quedarnos en un lugar por largo rato. Pero, seguro, encontraremos un sitio más cómodo en el futuro. Mientras tanto, helado de vainilla.
Dato
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Por Eugenia Cruz