El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) concluyó hoy su 44 edición con la coronación de la irreverente sátira Jojo Rabbit como la película favorita del público, lo que cimenta su aureola como candidata a los Óscar.
El Premio de Elección Popular del TIFF, el único que durante años concedió la muestra canadiense y que se otorga al film más votado por la audiencia que atiende a las proyecciones, es considerado por muchos como uno de los barómetros más ajustados para predecir qué películas triunfarán en los Óscar.
Aunque el galardón solo conlleva un premio monetario de US $15 mil, las implicaciones comerciales son mucho mayores.
El año pasado, el film ganador del Premio de Elección Popular del TIFF fue a parar a Green Book, el drama dirigido por Peter Farrelly e interpretado por Mahershala Ali y Viggo Mortensen que fue nominado para cinco Óscar y ganó tres de las preciadas estatuillas, incluida la de Mejor Película.
El acierto del público de Toronto en 2018 no es único. El Premio de Elección Popular del TIFF también ha sido otorgado a películas como 12 Year a Slave, The King’s Speech y Slumdog Millionaire que acabaron triunfando en los Óscar y en las taquillas de todo el mundo.
E incluso si la mejor película de TIFF al final no acaba siendo la triunfadora de la noche de los Óscar, si obtiene buenos resultados en otras competiciones, como fue el caso de La La Land y Three Billboards Outside Ebbing, Missouri entre otros filmes.
La elección de Jojo Rabbit por parte del público como la mejor película de la 44 edición también señala que a los espectadores canadienses no les importa la controversia.
La película está dirigida por el excéntrico neozelandés Taika Waititi (Thor: Ragnarok, 2017), narra la evolución durante la Segunda Guerra Mundial de un niño alemán hitleriano que tiene como amigo imaginario a Adolf Hitler.
El film, que ha sido acogido por la crítica con división, está interpretado por él mismo Waititi (da vida ni más ni menos que a la caricatura de Hitler), Scarlett Johansson, Sam Rockwell, Thomasin McKenzie y Roman Griffin Davis, el pequeño de 10 años que empieza siendo más hitlerista que Hitler.
*EFE