El Festival Internacional de Cine de Toronto (TIFF) se
adentró este domingo en el mundo de las tragedias, aunque de distinto tono, con
los estrenos mundiales de The Goldfinch,
de Ansel Elgort y Nicole Kidman, y The
Song of Names, con Tim Roth y Clive Owen.
The Goldfinch, basada en la tercera
novela de Donna Tartt, publicada en 2013, reúne bajo la dirección del irlandés
John Crowley (Brooklyn, 2015), al
talento en ascenso Ansel Elgort dando vida a Theo Decker, un joven que a la
edad de 13 años pierde a su madre en un atentado en un museo.
Theo sobrevive el ataque y, en el caos del atentado, sustrae del museo una
pequeña pintura del siglo XVII, un pájaro encadenado a una percha que encantaba
a su madre, con el que se obsesiona y que le conecta con el paso del tiempo a
su madre. El atentado, la pérdida de su madre y el robo del cuadro acosan a
Theo durante su vida.
Quizás una de las virtudes del filme es que ha conseguido adaptar a la pantalla
grande un libro que, aunque ganó un premio Pulitzer y se convirtió en un éxito
de ventas, también fue una obra divisiva y con una longitud considerada
excesiva para el mundo del cine, casi 900 páginas.
La segunda Gala del día en TIFF es el estreno mundial de The Song of Names, una película dirigida por el canadiense Francois
Girard (The Red Violin, 1998), con
Tim Roth y Clive Owen dando vida a los dos principales personajes.
En el filme de Girard, Martin (Tim Roth) se empeña en encontrar a un amigo de
la infancia, un prodigioso violinista polaco a quien el Holocausto le dejó
huérfano, y quien desapareció sin dejar ni rastro el mismo día en que iba a
debutar frente al público.
El largometraje, que tiene un tinte detectivesco, discurre por lugares en los
que evidentemente el director quebequés se siente cómodo; no en vano, en 1999 The Red Violin lanzó a la fama a Girard
con cinco historias sobre el trayecto histórico de un violín, filme que ganó en
el Óscar a la mejor música original en el 2000.
En esta ocasión, la música de The Song of
Names, compuesta por Howard Shore (Lord
of the Rings), también está siendo señalada por los especialistas como una
de las posibles candidatas a los Óscar.
Mientras hoy, el equipo de A Good Day in
the Neighborhood, con su principal actor a la cabeza, Tom Hanks, ofreció
una rueda de prensa privada un día después del estreno mundial de la película
en el TIFF.
El filme, que está siendo presentado como uno de los posibles firmes candidatos
a los Óscar de este año, se centra en la relación entre el misterioso icono de
la televisión infantil estadounidenses, Fred Rogers (Hanks), y un periodista de
la revista Esquire, Lloyd Vogel, interpretado
por Matthew Rhys (The Americans).
En el inicio de la película, Rogers (Hanks) tiene que efectuar una complicada
coreografía cantando, quitándose la chaqueta, colocando un suéter,
descalzándose y atándose unas zapatillas mientras mira atentamente a la cámara
todo a la vez.
Hanks reconoció que fue una escena difícil que necesitó numerosas tomas hasta
que acertó a hacerlo de forma correcta.”22 exactamente”, puntualizó
la directora Marielle Heller (The Diary
of a Teenage Girl, 2015), ante las risas de Hanks y el resto del equipo de
producción.
Al final del primer fin de semana de TIFF, que se prolongará hasta el próximo
15 de septiembre, otra de las películas estrenadas en Toronto que está
recogiendo buenas críticas es la última de Jennifer López, Hustlers.
Dirigida por Lorene Scafaria (The Meddler,
2015) e interpretada por Constance Wu y Julia Stiles entre otras actrices,
además de López que también es productora ejecutiva, tras el estreno ayer en
TIFF ha empezado a ser mencionada para alguna estatuilla en febrero del año que
viene.
La película, inspirada en un artículo de New York Magazine, trata sobre un
grupo de strippers que tras la crisis
financiera de 2008 encontraron nuevas maneras, a veces ilegales pero siempre
creativas, de mantener el negocio a flote.
*EFE