Justin Bieber acudió a sus redes sociales para entonar un mea culpa no exento de confesiones acerca del consumo de drogas, los errores cometidos y la permanente sensación de insatisfacción, pese a todo el éxito amasado: “A veces llegas al punto de no querer vivir más”, escribe.
En la larga reflexión publicada en Instagram, la mediática estrella musical canadiense habla de cómo llegó a sentirse “superado” por “el pasado, el oficio, las responsabilidades, las emociones, la familia, las finanzas y las relaciones”.
“Empiezas a ver el día que tienes por delante a través del prisma del desastre y a anticipar otra mala jornada. Un ciclo de sentir decepción tras decepción”, cuenta un Bieber “insatisfecho” pese “a la cantidad de dinero, ropa, carros, elogios, logros y premios” acumulados.
El cantante, quien recibe tratamiento contra la depresión, achaca estas sensaciones a haberse convertido en una estrella precoz. “Se depositan una presión y una responsabilidad insanas sobre la mente de un niño cuyas emociones y cuya capacidad de decisión aún no se ha desarrollado”, denuncia.
Bieber relata cómo se convirtió en un adulto “con millones de dólares y acceso a cuanto quisiera, pero sin habilidades para desenvolverse en el mundo real” ni sentido de la responsabilidad, y cómo con 20 años ya había incurrido en “todas las malas decisiones que se pueden tomar”.
Entre otras cosas, rememora cómo a los 19 años empezó a tomar “drogas duras” y cómo se convirtió en un hombre “resentido, irrespetuoso e iracundo” con las mujeres. “Me costó años recobrarme de todas esas terribles decisiones, recuperar relaciones rotas y cambiar mis hábitos al relacionarme”, apunta. Aunque cierra con un mensaje de esperanza: “Todo esto es para decir que sigas luchando cuando las adversidades te hagan frente”. • EFE