Tras labor de investigación, la SBS localiza a la familia.
El día comenzó muy temprano para Rolando Carías. El sol aún no salía cuando la rutina que llevó durante casi dos décadas en el Departamento de Protección a la Niñez y Adolescencia con Capacidades Diferentes, Severas y Profundas (ABI) fue interrumpida. ¿La razón?, un viaje largo para reencontrarse con la familia, que lo creyó muerto durante 17 años.
Rolando, ahora de 24 años, ingresó al sistema de protección cuando tenía 5, después de la muerte trágica de su mamá, y que su familia le perdió el rastro.
A los 7, cuando llegó al ABI, a cargo de la Subsecretaría de Protección y Acogimiento a la Niñez y Adolescencia de la Secretaría de Bienestar Social (SBS), no caminaba y se mantenía mucho tiempo acostado. Aunque requiere de asistencia completa, su evolución fue buena porque aprendió a andar y responde a estímulos e instrucciones básicas.
Hoy, es uno de los tres casos de reintegraciones familiares realizados con éxito este año. Según la directora del ABI, Mishel Cabrera, durante mucho tiempo los expedientes quedaron archivados, y fue en 2018 cuando solicitaron a los juzgados la revisión de medidas, y el personal logró ubicar a los parientes en junio pasado.
La travesía
A Rolando lo esperaban con emoción en la casa de su abuela materna, en donde le prepararon un emotivo recibimiento. El viaje duró unas seis horas, desde la capital hasta el caserío Los Carías, aldea La Cañada, en Concepción Las Minas, Chiquimula.
Sus abuelas, tíos, primos y vecinos lo recibieron con abrazos, lágrimas y risas de emoción pero, sobre todo, con mucho amor. La familia le daba un breve recorrido por el lugar y algo de comer, mientras el equipo multidisciplinario del ABI daba las últimas instrucciones sobre su cuidado.
“La pasaba muy triste, y casi no dormía por pensar en él. Estoy contenta, porque me lo cuidaron muy bien”, dijo la abuela materna, Victoria Cruz.
Blanca, quien es como otra abuela de Rolando, dice que cuando recibieron la noticia fue una gran sorpresa, pues pensaban que estaba muerto. “Es una alegría; le doy gracias a Dios de que ya esté aquí”, exclamó.
Seguimiento
La reintegración es solo uno de los puntos en el proceso de este caso, ya que la labor empezó desde el momento en que localizaron a los parientes. “Empezamos a trabajar una ruta de revinculación social y familiar para poder reintegrarlo, tal como lo propuso el juez; entonces nuestro trabajo consistió en hacer un recurso responsable para que Rolando regresara con su familia”, comentó Cabrera.
Agregó que, por orden judicial, la SBS brindará apoyo durante dos años, facilitando medicamentos. Además, realizarán visitas de seguimiento para supervisar las condiciones en que Rolando se desarrolla. * Con información de SBS