Sólo una tormenta de granizo que destrozó la carretera en Val D’Isere, a falta de 22 kilómetros para la meta de Tignes, pudo parar al colombiano Egan Bernal, quien marchaba desatado, solo, desde las pendientes del Iseran hacía el maillot amarillo del Tour.
La naturaleza detuvo el ataqué demoledor del joven de 23 años, que reventó la etapa y el Tour en el coloso más alto de la presente edición, por cuya cima pasó volando con 59 segundos sobre un grupo con todos los hombres de la general menos el líder, Julian Alaphilippe, que lo hizo a 2.08.
En pleno descenso se encendieron las alarmas de seguridad. La carretera quedó inutilizada por una tormenta de granizo. La organización dio por terminada la decimonovena etapa, que empezó en Saint Jean de Maurienne y debía terminar en la estación de Tignes en la cima del Iseran. Bernal se convirtió en ganador de la etapa y nuevo maillot amarillo. EFE