Brasil completó ayer, sin cuatro jugadores de su plantilla, su primer entrenamiento en Teresópolis de cara a la final de la Copa América, en la que se medirá a Perú el domingo en el Maracaná, de Río de Janeiro, consciente de que verá un combinado andino muy diferente al que goleó por 5-0 en la fase de grupos.
En busca de tranquilidad, el conjunto brasileño se ha trasladado a la Granja Comary, el centro de entrenamientos que la canarinha tiene en Teresópolis, ciudad serrana a 98 kilómetros de Río de Janeiro. Río de Janeiro, EFE