¿Podría un robot educar a un hijo y reemplazar el amor y los cuidados propios de una madre? Oscuras preguntas como estas se plantea el filme de ciencia-ficción de Netflix I Am Mother, cuya protagonista, Hilary Swank, no se mostró muy optimista ante la posibilidad de un futuro así.
Intensidad
“Yo estoy aterrada”, dijo Hilary Swank entre risas, en referencia a un hipotético mundo en el que los humanos no fueran necesarios para proteger y formar a sus pequeños. “No vamos a destripar nada de esta historia, pero la idea (en la película) de lo que sucede con los robots para hacer al ser humano perfecto es bastante intensa”, reflexionó. Aunque la actriz admitió no ser fan de la ciencia-ficción, aseguró que este guion la enganchó rápidamente.
La doble ganadora del Óscar por Boys Don’t Cry (1999) y Million Dollar Baby (2004) encabeza, junto a la joven danesa Clara Rugaard, el reparto de I Am Mother, cinta que llega a Netflix el viernes bajo la dirección del australiano Grant Sputore.
Madre e hija
En un universo posapocalíptico en el que la humanidad fue prácticamente extinguida, el filme se centra en un búnker en el que Mother (Madre), un robot con una extraordinaria inteligencia artificial, tiene la misión de repoblar el planeta. Para ello educa en solitario a Daughter (Hija, y que interpreta Rugaard), la única persona viva en esa instalación.
Pero pese a que la relación entre Mother y Daughter es, salvando las distancias, la de una familia normal, las cosas cambian dramáticamente cuando aparece una mujer (Swank) pidiendo ayuda desde el mundo exterior.
Con un elenco totalmente femenino (la voz de Mother es la de Rose Byrne), el título bebe de distopías sobre la maternidad, como Children of Men (2006) y la serie The Handmaid’s Tale; y también sigue los pasos de las turbias predicciones sobre la inteligencia artificial de 2001: A Space Odyssey (1968) y la trilogía de The Matrix.
Estrenada en el Festival de Cine de Sundance y con un diseño de producción minimalista, I Am Mother sedujo a Swank, tanto por su personaje, “una superviviente”, como por sus interrogantes sobre el impacto de la tecnología: “Nunca había pensado en esto hasta que leí el guion: cómo la inteligencia artificial no está programada por el ser humano. Se construyen y luego se les permite tener sus propias experiencias que les ayudan a tener una comprensión de cómo aprender la vida. Y eso, en sí mismo, es muy loco y provocador”.
La actriz argumentó que su aparición en el filme expone al público a la decisión de elegir bando y de determinar quién tiene razón: Daughter, que cree que los robots tienen intenciones buenas para los seres humanos; o su personaje, que se muestra muy escéptica y recelosa sobre las motivaciones finales de las máquinas.