Hasta abril de este año, la SBS ha beneficiado a 2 mil 787 familias.
La vida de la familia Cajbom Quib ha sido dura, con tres niños que tienen discapacidad, en un ambiente de pobreza y ruralidad extrema. Pero desde que el Programa de Subsidios Familiares de la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia -SBS- la convirtió en una de las 168 que reciben el beneficio en Alta Verapaz, los padres han encontrado razones para el optimismo.
El hogar de este núcleo familiar se ubica en la aldea Tanchí, hasta donde deben recorrerse unos 14 kilómetros, desde San Pedro Carchá, entre caminos de terracería que surcan la montaña Chicojl, en la profundidad de la Sierra de Chamá.
Previo a encontrar la vivienda se hace necesario detener la marcha, para preguntar por dónde seguir, ya que las veredas rodeadas del verdor de la naturaleza abundan en el trayecto y pueden confundir a los visitantes; pero es Víctor, el padre de familia, quien soluciona la dificultad, al salir al encuentro y guiar hacia el lugar correcto.
Al entrar a la casa, construida de madera y lámina, las sonrisas iluminan la llegada, pese a que tanto Jairo como Rudy tienen discapacidad, el primero de 17 años con parálisis cerebral, y el segundo de 10 con dificultades de aprendizaje, la honestidad de sus sentimientos se refleja en sus rostros. Ambos reciben el apoyo económico proporcionado por la SBS, después de gestionar el apoyo ante las autoridades.
Alivio para la familia
Junto a ellos, en una silla de ruedas, está Henry, quien también padece discapacidad. Los tres son cuidados por Herlinda, su madre, quien tiene la ayuda de sus hijas Daris y Deisy, quienes nacieron sin ninguno de los problemas que afectan a sus hermanos varones.
La situación para los Cajbom Quib era complicada, no solo por la pobreza y lejanía de su vivienda, sino porque cuidar de tres pequeños con diversas condiciones físicas y mentales requiere dedicación y gastos.
Víctor indica que comenzó a recibir el subsidio de Q500 para el mayor de los hermanos en septiembre de 2018, mientras que a Rudy se le concedió tres meses después, lo cual ha ayudado a comprar alimentos,
vestuario y medicina, necesarios para su mantenimiento y eventual
recuperación.
“El aporte nos ha beneficiado bastante, porque yo no tengo trabajo fijo y por cada tarea me pagan Q25. Ahora espero que los tres puedan salir adelante y que los podamos llevar a recibir terapias”, expresó el padre.
Los Subsidios Familiares de la Subsecretaría de Preservación Familiar, Fortalecimiento y Apoyo Comunitario benefician a niños, niñas y adolescentes con discapacidad o en situación de vulnerabilidad. Hasta abril de 2019, hay 2 mil 787 beneficiarios.
El aporte es de Q500 mensuales por un período máximo de cuatro años, y su propósito es contribuir a mejorar la calidad de vida de sus beneficiarios, que como los hermanos Cajbom Quib ahora en su dieta incluyen leche, atoles, frutas y verduras.
* Con información de la SBS