Estudio revela que hay menos crimen en lugares con indocumentados.
La migración ilegal que llega a Estados Unidos no causa un aumento en las tasas de crimen, como sugieren los sectores más conservadores de la Unión Americana, según un análisis publicado ayer por la organización periodística The Marshall Project.
El equipo de investigadores, liderado por Anna Flagg, encontró que una gran mayoría de las áreas estudiadas del país registraron disminuciones tanto en delitos violentos como contra la propiedad entre 2007 y 2016, independientemente de si la población indocumentada había aumentado o
disminuido.
“Las áreas con mayor emigración no autorizada parecían tener mayores caídas en las tasas de criminalidad, aunque la diferencia era pequeña e incierta”, destacó Flagg en el estudio.
The Marshall Project cruzó los datos estimados de indocumentados publicados por el centro de investigación Pew con cifras sobre crimen del Buró Federal de Investigación (FBI).
Al analizar con más profundidad la conexión entre el flujo de población indocumentada residente en varias zonas metropolitanas de Estados Unidos y los diferentes tipos de delitos, los expertos no fueron capaces tampoco de establecer una relación.
De hecho, la mayoría de los tipos de delitos tenían una línea de tendencia “casi plana”, lo que indica que los cambios en la inmigración indocumentada tuvieron “poco o ningún efecto” sobre la clase de crimen en las diversas áreas que se examinaron.
El asesinato fue el único tipo de delito que sí parecía mostrar un aumento, pero la diferencia fue “pequeña e incierta”.
“Al dividir los delitos violentos y de propiedad en sus diferentes ramas de agresión con agravante, robo, asesinato, robo y hurto nuevamente, no existe una conexión con poblaciones indocumentadas entre 2007 y 2016”, indicó Flagg.
Los investigadores subrayaron que para los inmigrantes ser arrestados significa enfrentar una posible deportación, por lo que tiene sentido que sus tasas de crimen sean menores.