El tren que China tiene interés en construir entre la capital panameña y la frontera con Costa Rica es un proyecto que despierta suspicacia y elogios al mismo tiempo.
Mientras algunos analistas lo ven como una obra pretenciosa con la que el país asiático busca aumentar su influencia en Centroamérica, otros consideran que fomentará el desarrollo y el comercio y ayudará a integrar una región.
“El proyecto es económicamente factible por su rentabilidad social”, dijo del presidente panameño, Juan Carlos Varela.
El tren, que podría costar 4 mil 100 millones de dólares, conectaría en apenas 2 horas y media la capital con la ciudad costarricense, un trayecto de 391 kilómetros que demora por carretera como mínimo 8 horas.