La gran ciudad de Tikal apenas dejaba ver algunas crestas de sus edificios cuando, en 1848, el coronel Modesto Méndez y un grupo de expedicionarios registraron el hallazgo de esa ciudad, que había permanecido dormida entre la selva durante cientos de años.
El año pasado (170 años después), el uso y aplicación de una nueva tecnología láser da cuenta que en la selva petenera existen al menos 60 mil edificaciones mayas escondidas, entre las que se identificaron estructuras que pueden ser carreteras, casas, murallas, reservorios de agua y palacios.
En esa ocasión, los cientificos pudieron recorrer aproximadamente 2 mil 100 kilómetros cuadrados, en Petén, con la tecnología LiDAR (Laser Imaging Detection and Ranging, por sus siglas en inglés – Detección y medición de imágenes con láser).
“Las imágenes LiDAR dejan en claro que esta región entera era un sistema de asentamientos cuya escala y densidad poblacional ha sido sumamente subestimada”, afirmó en aquella ocasión Thomas Garrison, arqueólogo y explorador de National Geographic especializado en tecnología digital para investigación arqueológica.
Un año después, los especialistas que trabajan en este proyecto muestran algunos resultados de lo explorado en ese mapeo (8%), pero esperan seguir descubriendo más en los próximos tres años (25%).
Un ejemplo de los hallazgos son las terrazas en declive que fueron localizadas en Naachtun, que de acuerdo con lo dicho por el arqueólogo Elmer Román suman 19 mil en un área de 300 kilometros que contaba, además, con al menos 900 reservorios de agua.
Estos resultados se obtuvieron gracias a la Fundación Patrimonio Cultural y Natural Maya para las investigaciones, y el apoyo del Gobierno por medio del Viceministerio del Patrimonio, que otorga los permisos de exploración y el acompañamiento necesario. El trabajo de exploración y hallazgo ha sido documentado por National Geographic.
La fundación tiene planeado mapear, con el sistema LiDAR, 14 mil kilómetros cuadrados de las llamadas tierras bajas, donde estuvo asentada la civilización maya y donde quedaron sus vestigios, que duermen bajo la espesa selva, como Tikal hace más de 170 años atrás.