El realizador chileno Sebastián Lelio, integrante del jurado de la 69 edición del Festival Internacional de Cine de Berlín (Berlinale), que finalizó el domingo, opina que actualmente la dimensión política del arte vuelve a tomar una relevancia central. El director subraya que no hay ninguna obligación per se para el cineasta de adoptar una posición política, pues, en su opinión, “la maravilla del arte está en la libertad”.
Despertar
En tiempos como los actuales, “de retroceso, de deshacer conquistas colectivas, de desarmar lo que ha costado tanto construir, de volver a un lenguaje que lo simplifica todo, que tiende a ser antiintelectual, que tiende a ser antihumanista, la dimensión política del arte vuelve a tomar una relevancia central”, afirma Sebastián Lelio.
El cineasta asegura que, en lo personal, lo que lo conmueve está cargado con una energía que parece de alguna manera decir: “Despertemos. No nos distraigamos”. No obstante, subraya, eso puede decirse en distintos tonos; no tiene por qué ser de manera solemne, porque “hay muchas formas de tocar esa campana de alerta”.
Películas como Una mujer fantástica, Oso de Plata al mejor guion en la Berlinale de 2017, con una mujer transexual en el papel principal, o Temblores, del guatemalteco Jayro Bustamante, presentada en esta edición y con un personaje homosexual como protagonista, surgen “no porque los directores se hayan puesto de acuerdo”. Nacen, dice, porque “también el cine tiene esa capacidad de morder lo que está en el aire” y de apuntar y arrojar luz sobre las problemáticas que de pronto se vuelven urgentes.
Nueva Gloria
El próximo filme de Lelio, Gloria Bell, una versión anglo de su Gloria (2013), cuenta la historia de una mujer que reclama su derecho a ser vista y escuchada. La cinta adquiere en el EE.UU. de Donald Trump, donde se estrena el 8 de marzo, una urgencia nueva, dice. “En ese sentido, sí, todo es político, incluso el que intenta hacer una película apolítica y escapista, hace un acto político, lo sepa o no”.
Gloria ya existe, señala, y la de ahora es “otra”, interpretada por Julianne Moore, y con John Turturro, en el reparto. Es como una obra de teatro que se vuelve a montar en otro país con otra compañía, explica el director.
Respecto de su participación como integrante del jurado de la Berlinale, Lelio estuvo encantado de asistir y ver el otro lado de la fiesta. Este año, el premio máximo de la competición, el Oso de Oro, fue para la cinta Synonimes, del director israelí Nadav Lapid.