En una analogía doméstica, alguien debe mantener la casa. Alguien debe pagar los gastos y hacer las inversiones necesarias para que la familia viva de la mejor manera y pueda convivir de forma cordial con los vecinos.
Para poder financiar el gasto e inversión pública, los estados deben
contar con los ingresos necesarios para cumplir con los mandatos constitucionales. Estos ingresos se obtienen básicamente de la captación de impuestos y también de beneficios de empresas públicas, donaciones y otros.
El Estado de Guatemala cuenta con la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), que es el organismo encargado de recaudar los impuestos que indica el Código Tributario, que suman unos 13 impuestos distintos que proveen los recursos para el funcionamiento del aparato estatal.
La creación de la SAT fue aprobada por el Congreso de la República, por medio del Decreto Número 1-98, que tomó vigencia el 21 de febrero de 1998, y en la norma quedó establecido que esta debe ser una entidad estatal descentralizada, con competencia y jurisdicción en todo el territorio nacional.
De acuerdo con los datos de la SAT, en 2018 se registró un incremento de tributos por importación en mercancías como gasolina, gas licuado, carbón mineral y otros combustibles, lo cual alcanzó el 23 % de incremento, y los metales comunes como hierro, acero, aluminio y sus manufacturas, que llegó a 18 %.
Pero hay detalles por los cuales se registró alguna baja. Por ejemplo, la suspensión de operaciones de la minera San Rafael significó Q109 millones menos de impuestos para el fisco, y la suspensión provisonal de la Ley del Secreto Bancario también impactó de manera negativa la recaudación, pues no ingresaron Q100 millones a las arcas. Sin embargo, a pesar de esto se alcanzó la meta y se superó.
El total de impuestos internos alcanzó los Q41 mil 155.8 millones el año pasado, y el total de impuestos al comercio exterior resultó en Q17 mil 44.9 millones, superando la recaudación programada de Q16 mil 167.9.
El reto que se ha planteado la SAT para este año es llegar a recaudar Q63 mil 468.9 millones, lo cual supone un incremento del 9 % sobre lo reacudado en 2018, que llegó a Q58 mil 200 millones.