Pide más apoyo en favor de migrantes y garantizar futuro de jóvenes.
El Papa Francisco cumplió ayer una intensa agenda de trabajo, que incluyó un encuentro con el presidente de Panamá, Juan Carlos Varela; una reunión con los obispos de Centroamérica y el comienzo de su participación en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ).
Durante el encuentro con Varela, el pontífice envió un mensaje de aliento a las nuevas generaciones que enfrentan conflictos políticos y sociales, desigualdad y la “dolorosa migración”.
Además, pidió una cultura de la transparencia en los Gobiernos y en el sector privado. Les recordó que las nuevas generaciones pretenden que quienes “tienen una función de liderazgo en la vida pública, lleven una vida conforme a la dignidad y autoridad que revisten”.
“Es una invitación a vivir con austeridad y transparencia, en la responsabilidad concreta por los demás y por el mundo; llevar una vida que demuestre que el servicio público es sinónimo de honestidad y justicia”, aseveró el Papa.
Llamado
En el encuentro con los obispos, el Papa Francisco llamó a la Iglesia a eliminar los recelos sobre la inmigración y no quedarse solo en la denuncia, y recordó la preocupación por las personas que parten de Honduras, El Salvador y Guatemala hacia Norteamérica.
Jorge Mario Bergoglio remarcó cómo “muchos de los migrantes tienen rostro joven y buscan un bien mayor para sus familias”.
En la tarde, Bergoglio celebró su primer acto de la JMJ, en el Campo Santa María La Antigua, con su discurso a los cerca de 150 mil jóvenes que participan en la actividad de la Iglesia católica. Panamá, ACAN-EFE