El banderazo de salida para la contienda electoral ya se dio. Y para esta oportunidad hay reglas nuevas que deberán ser observadas por los partidos políticos que apuestan por ganar puestos de elección popular, ya que tendrán poco tiempo y poco espacio para hacer ver los colores de sus banderas acompañadas de sus promesas para mejorar este país.
Un total de 27 organizaciones políticas cuentan con la personería jurídica para participar en estas elecciones, en las que se definirá quiénes serán las próximas autoridades en la Presidencia de la República, las curules del Congreso, del Parlamento Centroamericano y en las corporaciones muncipales de todo el país.
Dos metas deberán ser conquistadas: la primera se cumple el 16 de junio, con la primera vuelta electoral, en la que quedará claro quiénes serán los ganadores en la elección para diputados, alcaldes y corporaciones municipales; pero para la elección de Presidente y Vicepresidente hay una fecha más: si no se da la mayoría absoluta, los contendientes deberán prepararse para la recta final que está programa para el 11 de agosto.
De la nuevas reglas a observar en esta contienda cabe señalar el tema de los gastos de campaña. Cada organización política podrá disponer de un tope de gastos, que debe ser de Q29,649,285.74. Y los ingresos para alcanzar esa cifra, o menos, serán fiscalizados por el TSE.
La propaganda también tendrá un límite de tiempo para su desarrollo. Todas las campañas proselitistas deberán programarse para iniciar el 18 de marzo y terminar el 14 de junio y, además, se tienen prohibiciones para las pintas y colocación de materiales propagandísticos que afecten el ornato de caminos, pueblos y ciudades.
El mayor porcentaje de electores se ubica entre las edades de 26 y 30 años, que suma 1 millón 122 mil 748 y significa el 15 por ciento del padrón electoral, que contrasta con el grupo de entre 66 y 70 años, que suma 301,011 electores y representan el 4 por ciento del padrón electoral.
Poco menos de 9 millones de guatematecos tendrá la oportunidad de elegir autoridades para los próximos 4 años, incluyendo, esta vez, a los connacionales radicados en Estados Unidos que se hayan empadronado antes de la fecha de cierre que marca el TSE. Todos listos para la fiesta cívica.