El cardenal nicaragüense, Leopoldo Brenes, dijo ayer que las personas que desean participar en la tradicional procesión del 1 de enero pueden llevar banderas azules y blancas, símbolo de las protestas contra el gobierno del presidente Daniel Ortega, que se iniciaron en abril pasado.
“Ellos lo podrán llevar”, respondió Brenes, también arzobispo de la diócesis de Managua, Masaya y Carazo, al ser consultado sobre el uso del símbolo nacional por periodistas en las afueras del templo de la Catedral Metropolitana, luego de oficiar una misa.
Aunque el religioso agregó: “Cada cosa tiene su cada cosa” y que lo importante en la procesión es participar en familia.
También animó a los nicaragüenses a orar y “pedir las luces al Señor para que Él nos encamine a todos”.
Asimismo, anunció que en la procesión rezarán el Santo Rosario, acompañado de cantos eucarísticos propios de esa celebración, y que esperan “un ambiente de oración y austeridad para todos”.
La Iglesia católica celebrará mañana la procesión con Jesús Sacramentado, que partirá del colegio Cristo Rey (noreste) hasta la Catedral de Managua.
Desde el 18 de abril, Nicaragua vive una crisis sociopolítica que ha dejado entre 325 y 545 muertos, de 340 a 674 detenidos y cientos de desaparecidos, según organismos humanitarios. ACAN-EFE.