El croata del Real Madrid, Luka Modric, ganó ayer el Balón de Oro 2018 y puso fin a una serie de 10 títulos consecutivos conseguidos, a partes iguales, por el argentino del Barcelona Lionel Messi y por el portugués Cristiano Ronaldo, que abandonó al Real Madrid para fichar por la Juventus de Turín.
Se trata del décimo galardón conseguido por un jugador en la disciplina del Madrid, que empata así con el Barcelona en número de trofeos.
“Cuando eres niño tienes sueños y los míos eran ganar títulos. Este Balón de Oro es todo lo que yo podía soñar”, señaló el madridista, que superó en la clasificación a su antiguo compañero en el Real Madrid, Cristiano Ronaldo, y al francés del Atlético de Madrid, Antoine Griezmann, tercero por segunda vez en su carrera. Luego de agradecer el premio a sus compañeros en el Real Madrid y de la Selección, a sus entrenadores y a su familia, Modric consideró “un honor” ganar el premio después de 10 triunfos consecutivos de “dos inmensos jugadores” como Messi y Ronaldo.
“Algo extraordinario he tenido que hacer en este 2018, el año de todos mis sueños”, dijo el madridista, que señaló que la clave del éxito es “el trabajo, la persistencia y creer en uno mismo”.
Modric, de 33 años, suma así el prestigioso premio creado en 1956 por la revista France Football al de mejor jugador de la FIFA y mejor jugador de la UEFA. En la ceremonia también estuvo Griezmann, que también fue tercero hace dos años y que se mostró “orgulloso de estar en el podio”.
Ronaldo, que había ganado las dos últimas ediciones, no se presentó y fue segundo en esta ocasión, pese a haber ganado con el Madrid Liga de Campeones.
El cuarto fue el francés Kylian Mbappé, a quien le entregaron el trofeo Kopa, por ser el mejor juvenil.
También se otorgó por primera ocasión el Balón de Oro femenino, distinción para la noruega Ada Hegerberg, quien guió al Olympique de Lyon a ganar la Liga de Campeones.