Al terminar la Segunda Guerra Mundial, los Estados Unidos otorgaron ayuda para los países europeos que fueron devastados por los efectos del enfrentamiento. A partir de 1948 a 1951, se estableció el llamado European Recovery Program (ERP), conocido como el Plan Marshall, en honor al secretario de Estado George Marshall, quien lo ideó y que por ello recibió el Premio Nobel de la Paz en 1953.
No menos de 13 mil millones de dólares fueron distribuidos entre 18 países afectados, dándole mayores porcentajes a los países aliados en aquella guerra, los neutrales y los opositores con menos, incluso se propuso dar ayuda a la Unión Soviética, pero esta la rechazó e hizo que Alemania Oriental y Polonia tampoco aceptaran tal ayuda.
Luego de observar las caravanas de centroamericanos con rumbo a Estados Unidos, y su paso por México, el presidente electo de dicho país, Manuel Andrés López Obrador, junto a su equipo de gobierno ve que es necesario crear un plan al estilo Marshall, para revitalizar las economías del Triángulo Norte de Centroamérica y fortalecer la inversión norteamericana en el Sur mexicano, para contener la migración ilegal hacia el norte.
La futura administración del vecino país del norte busca llegar a un acuerdo con Estados Unidos, según la información que ha corrido por diferentes medios de comunicación de México, pero no se saben detalles de las pláticas diplomáticas y el nivel de participacion de los gobiernos centroamericanos, aunque se habla de una ayuda de más de 15 mil millones de dólares, en 6 años.
Se trata de invertir y dar ayuda, todo para crear condiciones de vida y de trabajo para que los pobladores más pobres de Guatemala, El Salvador y Honduras encuentren razones para quedarse en sus países y trabajar por sus familias.
Mientras tanto, el grupo Tricamex, conformado por México y los tres países del norte del istmo, elaboran un plan para detener la migración masiva hacia el norte. Seguramente, en el encuentro entre los cancilleres involucrados, con ocasión de la toma de posesión del nuevo mandatario mexicano, se conocerán más detalles de la nueva propuesta, como de los adelantos del proyecto.
Por ahora, miles de centroamericanos están en suelo mexicano en espera de que les otorguen asilo en Estados Unidos, los contraten como trabajadores temporales en México, o tendrán que volver por donde llegaron.