Ecuador y Estados Unidos (EE. UU.) reactivan el próximo miércoles el Consejo Bilateral de Comercio (TIC, por sus siglas en inglés), un foro con el que Quito aspira a impulsar la relación, con el objetivo declarado de lograr un acuerdo “de interés mutuo” del que aún se desconoce su nomenclatura.
“Yo soy partidario de la apertura comercial. Cómo le llamen al acuerdo (con EE. UU.), nos tiene sin cuidado”, resume sin cortapisas el ministro de Producción, Comercio Exterior e Inversiones de Ecuador, Pablo Campana, en una entrevista con Efe en la sede ministerial.
Desde hace meses es un secreto a voces que el Ejecutivo de Lenín Moreno busca impulsar las exportaciones con su principal socio comercial, que se han venido reduciendo progresivamente desde 2014, de 3,400 millones a unos 2,532 millones de dólares, en 2017, según una ficha técnica del ministerio.
En porcentajes, Campana precisa que la caída de las exportaciones al mercado estadounidense fueron de 25%, mientras que las importaciones desde EE. UU. a Ecuador cayeron 39%.
Sobre las negociaciones que mantendrá en Washington la próxima semana, Campana asegura que “la reactivación del TIC es un mecanismo bilateral, que en este caso nos sirve para fortalecer relaciones comerciales con nuestro principal socio comercial”.
En la mira está duplicar las exportaciones con EE. UU. y subir las importaciones, ya que el 60% de ellas son materias primas y bienes de capital, dijo el funcionario.