Un llamado a fortalecer las acciones para combatir la desnutrición, la obesidad y el sobrepeso, que impulsan los Gobiernos de Latinoamérica, formuló ayer la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO, por sus siglas en inglés).
La entidad reconoció los esfuerzos de algunos países de la región por combatir el hambre, e instó a continuar formulando programas integrales para acabar con el mal, pero manifestó su preocupación por la situación de Venezuela, donde más ha aumentado el citado fenómeno, con 600 mil nuevos hambrientos entre 2014 y 2017, para llegar a un total de 3.7 millones, lo que equivale al 11.7 % de la población.
La posición de la FAO se dio en el marco de la presentación del informe Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe 2018, elaborado junto con la Organización Panamericana de la Salud, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) y el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
Obesidad y sobrepeso
América Latina está perdiendo la carrera contra la obesidad y el sobrepeso, una condición que afecta a 250 millones de personas en la región, el 60 % de su población, afirmó el representante regional de la FAO, Julio Berdegué.
“El problema que tenemos con el sobrepeso y la obesidad es que es algo totalmente descontrolado”, afirmó Berdegué, y añadió que en 29 de los 33 países latinoamericanos y caribeños la población con sobrepeso supera el 50 %.
Según el estudio de las entidades internacionales, además del alza de la obesidad y la malnutrición, otra de las conclusiones más relevantes es que el hambre aumentó en 2017 por tercer año consecutivo y afecta a 39.3 millones de personas, el 6.1 % de la población.
La FAO considera que hay que dar un giro radical a los sistemas alimentarios, para poner como objetivo principal lograr una dieta saludable, algo que permitiría atacar al mismo tiempo el hambre y el sobrepeso.