El gobierno de Estados Unidos anunció ayer nuevos esfuerzos para combatir los crímenes de odio en el país después de la matanza en una sinagoga en Pittsburgh, el pasado sábado, en la que 11 personas fueron asesinadas.
El vicefiscal general, Rod Rosenstein, informó en un acto que el Departamento de Justicia destinará fondos federales para acabar con los crímenes de odio, un anuncio que se produjo 2 días después de que Rob Bowers, el autor de la matanza, disparara a discreción ejecutando a las personas mencionadas.
“Continuaremos trabajando con nuestros socios para prevenir los crímenes de odio y liberar a todos nuestros barrios de la violencia y el miedo”, señaló el “número 2” de Justicia del Ejecutivo.
En concreto, Rosenstein comunicó que su departamento destinará más de US $840 mil a la Universidad de New Hampshire para que realice un sondeo sobre este tipo de actos y señaló que un programa de US $10 millones, destinado a asistir a la formación de las autoridades, contará “ahora” con un apartado para este tipo de delitos, según un comunicado oficial.
Asimismo, el vicefiscal general destacó la creación de una nueva página web para la prevención de estos crímenes y en la que se ofrecen distintos recursos de manera coordinada sobre este ámbito.
Ayer, el autor de los hechos compareció ante un juez federal para responder ante los 29 cargos de los que está acusado.
Por otra parte, el fiscal general, Jeff Sessions, tenía prevista ayer una actividad sobre la llamada “libertad religiosa”, el término empleado por los republicanos para defender las posiciones religiosas más conservadoras en casos relacionados con ámbitos como la discriminación LGTB (lesbianas, gays, transexuales y bisexuales), según se indicó.