Sin Leo Messi, el Barcelona demostró que tiene armas para sacar los partidos adelante y con un juego coral, y los goles de Rafinha y Alba, uno en cada tiempo, batió al Inter de Milán (2-0) para sumar la tercera victoria al hilo en la Liga de Campeones y encaminarse a siguiente ronda.
Los de Ernesto Valverde, salvo los 10 primeros minutos del segundo tiempo, firmaron un convincente ejercicio, basado en la solidez, la solidaridad y una asfixiante presión que nunca pudo superar el equipo de Spalletti.
Si los espectadores del Camp Nou llenaron prácticamente los graderíos con la expectación de qué versión del Barsa verían, muy pronto respiraron tranquilos. Sin Messi, cómodamente instalado en la grada junto con su hijo Thiago, el cuadro catalán ofreció apuntes interesantes.
Rafinha fue el protagonista de las acciones de mayor peligro. Remató flojo en el 20’, no acertó después de una gran combinación con Alba y Luis Suárez en el 28’, pero no falló a la tercera. Comenzó una conducción en el 32’, cedió el balón sobre Suárez, convertido en interior derecho, y el centro perfecto del uruguayo lo remató sin dejarla botar Rafinha para el 1-0. El Barsa tuvo momentos incómodos, pero replanteó su centro del campo y no sufrió más, al contrario le penalizó su falta de acierto contra Handanovic hasta que Jordi Alba, en el minuto 83, remató cruzado para decidir el partido (2-0).