La XIII Fiesta del Cine de Roma premió ayer la carrera de Martin Scorsese, quien recordó sus raíces sicilianas y rindió tributo a los maestros que le marcaron, como Pier Paolo Pasolini y Federico Fellini, con el que incluso llegó a planear un documental.
Homenaje
Martin Scorsese, de 75 años, recogió el premio a su trayectoria de manos de Paolo Taviani. La ceremonia sirvió al cineasta para homenajear a algunos de los autores italianos que ejercieron un impacto en sus años de formación, entre las décadas de 1950 y 1960, con especial mención a los grandes maestros del neorrealismo.
El realizador reconoció que aquellas historias llegadas de Italia enriquecieron su idea y estilo de cine. Una de las películas que más le impactó fue Accatone (1961), retrato que Pasolini rodó acerca de los sórdidos suburbios romanos y que supuso la primera vez en la que vio reflejados a los personajes de Queens, el barrio neoyorquinoen el que se crio.
En su panteón personal también figuran grandes directores de la Italia meridional, como aquella Sicilia que sus abuelos abandonaron en 1910 para emigrar a Nueva York. Puso como ejemplo la película con la que Francesco Rosi indagó en la muerte del bandolero Salvatore Giuliano (1962), o Divorzio all’italiana (1961), la sátira dePietro Germi acerca de los crímenes de honor.
Fellini fue especial
Scorsese reservó el último de sus recuerdos a Federico Fellini. Explicó que lo vio en varias ocasiones, e incluso lo visitó en el rodaje de La città delle donne (1980). Su relación con el autor de La Dolce Vita (1960) fue tan próxima, que llegaron a planear un documental sobre el mundo del cine y de los actores, mas este nunca se realizó.
Sus casi dos horas de lección magistral del séptimo arte y la pasada edad de oro de la cinematografía italiana concluyó con una apuesta por el futuro. “Quien tenga poder para ello, que ayude a los jóvenesdirectores italianos”, zanjó, ya con el premio en las manos. • EFE