El agua es bendición para la tierra y la falta de ella es la muerte para los sembradíos. Con el calentamiento global su ciclo se altera, dando como resultado sequías e inundaciones, dependiendo de la estación, de la visita del Niño o de la Niña y, por ello, las poblaciones vulnerables se ven afectadas en su infraestructura y en sus medios de producción.
A mediados del presente año se registró en el país una prolongada canícula, la cual dejó a cientos de familias agricultoras con cosechas perdidas por el excesivo calor y la falta de lluvia, principalmente a las localizadas en el Corredor Seco.
Frente a estas circunstancias, el Gobierno de la República se ha dado a la tarea de asistir a esas familias que perdieron su medio de vida y que tendrán que volver a comenzar con la siembra para el próximo ciclo, pero esta vez lo harán con la asesoría y acompañamiento de especialistas del Ministerio de Agricultura.
El invierno está por finalizar, pero las lluvias de los últimos días han llegado a causar tanto o más daño que la sequía. Esto se debe a la formación de un sistema de baja presión y las bandas de rotación del huracán Michael, por el Atlántico, además de los registros de baja presión en el Pacífico, por lo cual las autoridades pronosticaron ayer 36 horas más de lluvia.
De acuerdo con la información brindada por la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Santa Rosa, Baja Verapaz, Petén y la Franja Transversal del Norte son las zonas más afectadas hasta ayer, con reportes de cientos de personas damnificadas, a las que el Gobierno está brindando asistencia humanitaria.
De acuerdo con el Informe de Riesgo a Desastres a Nivel Mundial de la Universidad de Naciones Unidas (World Risk Report 2014), Guatemala es el cuarto país con mayor riesgo a desastres en el mundo, y el primero a nivel continental, ya que los primeros tres países son insulares: Vanuatu, Filipinas y Tonga.
Por ello, la Conred tiene constituido el Plan Nacional de Respuesta (PNR), que da la estructura organizativa, técnica y operativa para atender emergencias y desastres en el país, y la base de este Plan es la coordinación interinstitucional.
La alerta naranja se mantiene, y los socorristas de Conred y del Ejército de Guatemala están prestos para asistir a las zonas afectadas, en caso de calamidad, para salvar vidas y brindar la asistencia humanitaria necesaria e inmediata.
