El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, juró ayer que jamás reprimirá al pueblo mexicano, en el mismo día en que se cumplen 50 años de la matanza del Ejército contra un mitin estudiantil en el barrio de Tlatelolco de la capital mexicana.
“Sobre todo, garantizar que nunca jamás se utilice la fuerza para resolver conflictos, diferencias o protestas sociales. Ese es el juramento que nosotros hacemos: No hacer uso de la fuerza para reprimir al pueblo”, dijo el líder izquierdista, quien asumirá la Presidencia el 1 de diciembre.
López Obrador presidió, junto con su próximo equipo de Gobierno, un acto conmemorativo en la Plaza de las Tres Culturas de Tlatelolco, donde murieron más de 300 personas el 2 de octubre de 1968, según cifras ofrecidas por testigos.
Ante el monumento a las víctimas, adornado con una ofrenda floral, López Obrador prometió que bajo su mandato va a “honrar la memoria de los jóvenes estudiantes del 68”.
La Cámara de Diputados de México celebró una sesión solemne para conmemorar el 50 aniversario, con la participación de supervivientes de la masacre y del rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Enrique Graue.
Además, los diputados inauguraron una inscripción en letras doradas situada en el muro de la cámara que reza: “Al Movimiento Estudiantil de 1968”.
Izamiento a media asta
A primera hora de la mañana, el secretario mexicano de Gobernación, Alfonso Navarrete, encabezó la ceremonia anual de izamiento a media asta de la bandera nacional para conmemorar la matanza de 1968.
Durante el verano de ese año, miles de estudiantes organizaron huelgas y masivas manifestaciones para denunciar el autoritarismo del Gobierno mexicano, dominado por el Partido Revolucionario Institucional, que reprimió la movilización para evitar altercados durante los Juegos Olímpicos.
El movimiento fue aplastado militarmente el 2 de octubre de 1968 por el Batallón Olimpia.